OBJETIVOS:

deseo que este blog te sirva para conocer más acerca del valor del juego para el desarrollo y el aprendizaje de tus niños.
También espero , que sientas motivación y entusiasmo para promover el juego libre en el ámbito educativo del que formas parte, de esta manera logres apropiarte de una metodología sencilla para implementar diariamente la hora del juego.
Ademas, esperamos que cuentes con ideas y herramientas para promover la práctica del juego en tu comunidad, con padres de familia y otros actores del entorno.

miércoles, 23 de abril de 2014

Evolución del juego en los primeros 6 años de vida

 La conducta de juego evoluciona y cambia conforme el niño va madurando y creciendo. El juego de un bebé de 12 meses es muy diferente y más sencillo que el juego de un niño de 5 años, el cual es más complejo.

¿Te has puesto a pensar dónde radican las diferencias? Por ejemplo, a nivel social observamos que los niños de 1 a 2 años prefieren jugar solos. En cambio, los mayorcitos prefieren y tiene capacidad de asociarse con otros niños para armar juegos grupales.

Asimismo, a nivel intelectual, observamos, por ejemplo, que el juego de un niño de 15 meses con una olla es sencillo: se interesa en explorar este objeto, lo golpea, lo hace rodar y con una cucharita lo hace sonar. En cambio, el juego de una niña de 4 años con el mismo objeto es más complejo: se pone a “cocinar”, crea una historia alrededor del tema y simula que hace una “sopa” para su “hijo”.

A continuación, te presentamos una tabla que te permitirá observar el nivel de juego típico de los niños según su edad y evolución en relación a su nivel de desarrollo cognitivo.


El nivel de desarrollo cognitivo del niño va evolucionando y pasando por fases. En el juego podemos observar que el primer nivel de juego, visto desde esta dimensión, es el juego de tipo funcional. 
Después de los 24 meses, este tipo de juego no debe predominar en el comportamiento lúdico de los niños, sino más bien deben hacerse presentes los otros tipos de juego pues tanto el juego constructivo, el dramático como el de reglas suponen la aparición del pensamiento simbólico. Si bien el juego funcional ya no es tan predominante a partir de los 24 meses, esto no quiere decir que desaparezca del todo en el repertorio de conductas de los niños. Por ejemplo, “hacerse cosquillas” o “rodar” es un juego que puede aparecer a cualquier edad.


Lo mismo sucede con los otros tipos de juegos, es decir, no desaparecen conforme el niño crece sino lo que ocurre es que los tipos de juego señalados predominan o son típicos de las edades mencionadas.
Al interior de cada categoría de juego podemos también ver subniveles. Esto nos indica la calidad del juego, su riqueza o pobreza en cada uno de los tipos de juego. Por ejemplo, a nivel del juego de construcción podemos observar que un niño menos maduro se contenta con una torre de pocos cubos, mientras que un niño de igual edad o mayor se esfuerza y logra hacer un puente, una pista y una caseta de policía en su proyecto de juego con cubos.

TIPOS DE JUEGOS

Existen diversas clasificaciones de los tipos de juego que los niños realizan libremente.
La siguiente clasificación te ayudará a distinguir qué área del desarrollo se está estimulando y conocerás sus tendencias individuales.

Juego motor

El juego motor está asociado al movimiento y experimentación con el propio cuerpo y las sensaciones que éste pueda generar en el niño. Saltar en un pie, jalar la soga, lanzar una pelota, columpiarse, correr, empujarse, entre otros, son juegos motores.

Los niños pequeños disfrutan mucho con el juego de tipo motor ya que se encuentran en una etapa en la cual buscan ejercitar y conseguir dominio de su cuerpo. Además, cuentan con mucha energía que buscan usarla haciendo diversos y variados movimientos.

Es recomendable que el niño realice juegos de tipo motor en áreas al aire libre, donde encuentre espacio suficiente para realizar todos los movimientos que requiera. Si acondicionamos en estos espacios pequeños túneles naturales, rampas, escaleras sencillas u otros obstáculos que supongan un reto para el pequeño, estaremos apoyando el desarrollo de la libre psicomotricidad, fundamental en esta etapa.

Juego social

El juego social se caracteriza porque predomina la interacción con otra persona como objeto de juego del niño. Los siguientes son ejemplos de juegos sociales que se presentan en diferentes edades en la vida de los niños: Cuando un bebé juega con los dedos de su madre o sus trenzas; habla cambiando tonos de voz; juega a las escondidas; juega a reflejar la propia imagen en el espejo, entre otros. En niños más grandecitos observamos juegos donde hay reglas y la necesidad de esperar el turno, pero también el juego de “abrazarse”.

Los juegos sociales ayudan al niño a aprender a interactuar con otros. Lo ayudan a saber relacionarse con afecto y calidez, con pertinencia, con soltura. Además, acerca a quienes juegan pues los vincula de manera especial.

Juego cognitivo

El juego de tipo cognitivo pone en marcha la curiosidad intelectual del niño. El juego cognitivo se inicia cuando el bebé entra en contacto con objetos de su entorno que busca explorar y manipular. Más adelante, el interés del niño se torna en un intento por resolver un reto que demanda la participación de su inteligencia y no sólo la manipulación de objetos como fin.
Por ejemplo, si tiene tres cubos intenta construir una torre con ellos, alcanzar un objeto con un palo, los juegos de mesa como dominó o memoria, los rompecabezas, las  adivinanzas, entre otros, son ejemplos de juegos cognitivos.

El juego simbólico: pensamiento, vínculo humano y creación al mismo tiempo
El juego simbólico es un tipo de juego que tiene la virtud de encerrar en su naturaleza la puesta en ejercicio de diversas dimensiones de la experiencia del niño al mismo tiempo.

¿En qué consiste el juego simbólico?

El juego simbólico establece la capacidad de transformar objetos para crear situaciones y mundos imaginarios, basados en la experiencia, la imaginación y la historia de nuestra vida. 

El juego simbólico o de simulación requiere del reconocimiento del mundo real versus el mundo irreal y también la comprobación de que los demás distinguen ambos mundos. Al tener claridad de lo que es real e irreal el niño puede decir: “esto es juego”.

Entre los 12 y 15 meses emergen de manera definida las habilidades para representar situaciones imaginarias. El niño es capaz, desde entonces, de evocar imágenes o símbolos derivados de actividades que imita. Esta nueva capacidad le permite al niño iniciar la práctica de este tipo de juego, el cual es fundamental para su vida, su desarrollo y aprendizaje.

Las formas tempranas de juego simbólico se observan cuando el niño juega a “hacerse el dormido” sin estarlo o “tomar la leche” de una tacita vacía. A partir de los 18 meses observamos el juego simbólico más definido, cuando el niño empieza a incluir objetos que usa para simular una acción: darle de comer a una muñeca con una cuchara de palo, por ejemplo. Posteriormente, el niño es capaz de “convertir” a las muñecas en agentes de las acciones imaginarias que simula. De esta forma, una muñeca puede ser la “mamá” que le da el biberón a su hijito, que es otro muñeco más pequeño. Sin embargo, la capacidad simbólica avanzada permite que un plátano se transforme en un teléfono si así el juego lo requiere.

Jugar simbólicamente supone el logro de una capacidad muy especializada del pensamiento: sustituir una realidad ausente por un objeto (símbolo o signo) que la evoca y la representa mentalmente. En otras palabras, se trata de transformar un objeto para representar una realidad ausente con éste.


aquí les dejo un enlace con distintos juegos educativos y divertidos para los niños

EL JUEGO Y SUS BENEFICIOS

El juego es un concepto muy difícil de definir. Quizás es más fácil reconocerlo que definirlo. Sin embargo, podemos decir que es una actividad espontánea y placentera en la cual el niño recrea y transforma la realidad, trayendo su experiencia interna y haciéndola dialogar con el mundo exterior en el cual participa

Jugar y explorar no es lo mismo 

Una primera idea que ayuda a definir lo que es propiamente “juego” es que jugar no es lo mismo que explorar. Cuando un niño explora un objeto o el entorno su pregunta personal es:
¿qué hace este objeto? Cuando el niño juega su pregunta es: ¿qué puedo hacer yo con este objeto? Esto quiere decir que el juego supone más que explorar, esto es, supone que el niño se involucre en esta actividad, ponga en marcha su imaginación y se dé una transformación de ese objeto y de esa realidad.

Juego y actividad recreativa dirigida no es lo mismo

Muchos educadores y padres de familia tienen la idea de que “jugar” es que los niños sigan las consignas de un adulto que los invita a realizar una actividad divertida. Por ejemplo, los adultos proponen a los niños “jugar a hacer palmaditas y zapatear”, la mayoría de veces, con
fines didácticos o recreativos. Sin embargo, en esta guía, es importante distinguir que las actividades recreativas propuestas por el adulto no deben ser entendidas como “juego” propiamente dicho. Al menos no como “juego libre”. El juego libre en los sectores es una actividad espontánea, que parte de la decisión del niño y de su proceso personal de crear una actividad acorde a sus intereses y necesidades.

BENEFICIOS DEL JUEGO 


  • Satisface las necesidades básicas de ejercicio físico: agarrar, correr, trepar, balancearse. 
  • Es una vía excelente para expresar y realizar sus deseos. 
  • La imaginación del juego facilita el posicionamiento moral y maduración de ideas 
  • Es un canal de expresión y descarga de sentimientos, positivos y negativos, ayudando al equilibrio emocional. 
  • Con los juegos de imitación está ensayando y ejercitándose para la vida de adulto. 
  • Cuando juega con otros niños y niñas se socializa y gesta sus futuras habilidades sociales: cooperar, negociar, competir, seguir reglas, esperar turnos. 
  • El juego es un canal para conocer los comportamientos del niño y así poder encauzar o premiar hábitos. 
  • Desarrolla el habla y el lenguaje: desde el balbuceo, hasta contar cuentos y chistes. 
  • Capacita su inteligencia racional: aprende a comparar, categorizar, contar, memorizar. 
  • facilita el aprendizaje sobre su cuerpo (habilidades y limitaciones). 
  • aprende a reconocer el medio ambiente que lo rodea: explorar posibilidades, reconocer peligros y límites. 
  • Busca la manera de implementar estrategias para solucionar problemas. 
Para que un niño pueda jugar es necesaria la presencia de un “marco” que contenga y sostenga la escena lúdica. Las condiciones necesarias para que el juego se desarrolle de forma natural y espontánea son cinco: tiempo, espacio, juguetes y objetos diversos, compañeros y compañeras, y adultos dispuestos a compartir y acompañar el juego.



Espacios necesitan disponer de escenarios adecuados que inviten a descubrir y a imaginar, y que permitan moverse en libertad. 
Tiempo suficiente para desplegar sus juegos, momentos relajados, sin prisas, que les permitan iniciar una partida, acabarla, animarse a repetirla de nuevo y ordenar los juguetes que han utilizado. 
Compañeros con quien compartir estos momentos de diversión y crecimiento. Amigos y amigas con los que reírse, con los que relacionarse y, también, con los que enfadarse y discutir, para aprender a llegar a acuerdos. 
Juguetes y juegos seguros seleccionados con criterios de calidad, variados, teniendo en cuenta sus preferencias, sus gustos y sus necesidades. La cantidad de juguetes no es directamente proporcional a la calidad del juego o la cantidad de tiempo que se dedica a jugar. 



RELACIÓN ENTRE EL JUEGO, APRENDIZAJE Y DESARROLLO INFANTIL

1. El juego, el aprendizaje y el desarrollo infantil se relacionan estrechamente en el cerebro del niño

Jugar es una actividad primordial en la vida de un niño. Durante los primeros seis años de vida, se crean en el cerebro del niño millones de conexiones entre sus neuronas que le permiten aprender y desarrollarse. Es la etapa en la que más conexiones se dan. Una de las formas que tiene el niño para que se produzcan estas conexiones es el juego. Mientras más juega un niño, más conexiones neuronales se crean y, por ende, se desarrolla mejor y aprende más. Si un niño no juega se debilita; sus capacidades se atrofian y su personalidad se marchita. Jugar es una necesidad para el desarrollo cerebral del niño, que lo ayuda a aprender y a crecer mejor.

2. El juego es el motor del desarrollo y del aprendizaje

El juego dinamiza los procesos de aprendizaje y de desarrollo evolutivo de manera espontánea. El juego aparece desde muy temprana edad y es una conducta natural. Nadie tiene que enseñarle a jugar a un niño, pero sí ofrecerle un entorno propicio para que esta actividad progrese y se fortalezca. Al jugar, el niño está encendiendo el motor de su desarrollo y aprendizaje.

3. El juego es el espejo del desarrollo y el aprendizaje

El juego de un niño refleja el nivel de desarrollo alcanzado y los aprendizajes logrados por éste. El juego muestra hasta dónde ha llegado un niño y qué está a punto de lograr.





4. El juego sólo puede aparecer en un entorno compuesto por personas afectuosas que dan sentido a su existencia y lo humanizan

La red de vínculos familiares y sociales es el marco donde el juego se despliega como dinamizador del desarrollo y del aprendizaje. Un entorno afectivo y seguro, interacciones humanas amorosas y estímulos humanos, como la comunicación, son elementos esenciales para que el niño crezca jugando, aprendiendo y desarrollándose saludablemente.

5. No sólo el niño se desarrolla a través del juego, sino que el juego también evoluciona en cada niño

La conducta lúdica va cambiando y evolucionando. Conforme el niño avanza en edad y en madurez, el juego se va haciendo más complejo y diversificado. Entre los 0 y 5 años estos cambios ocurren muy rápidamente. Hay una secuencia observable en el juego de los niños: primero, exploran objetos simples, luego los combinan y, por último, representan cosas con ellos. Contar con información detallada sobre esta secuencia es importante para todo adulto que trabaje con niños.


BIENVENIDOS

Este blog te brindara orientación y, además, te dará la oportunidad de reflexionar sobre el valor del juego libre en el desarrollo y aprendizaje de los niños. Te dará todos los elementos que necesitas para comprender el valor y la importancia del juego libre e incorporarlo a tu práctica docente. Asimismo, esta guía te expondrá toda la metodología para implementar con éxito la hora del juego libre en los sectores.





Muchos de nosotros sabemos que el juego es muy importante para el buen desarrollo y el aprendizaje de niños menores de seis años. Sin embargo, otras personas no conocen aún los beneficios que trae esta práctica para la calidad de vida y la educación de los pequeños. Estudios recientes alrededor del mundo y en el Perú han demostrado que los niños que más juegan son más despiertos, crecen mejor y se desarrollan y obtienen altos logros de aprendizaje que los niños que se ven restringidos para jugar.

Esta guía muestra los fundamentos científicos que sustentan el valor del juego para el desarrollo y el aprendizaje de los niños, encontrarás experiencias exitosas que utilizan el juego como eje de su estrategia pedagógica, te presentare la metodología paso a paso para implementar la hora del juego libre.

Espero que te resulte útil y valioso en la aventura que estás por emprender, esto es, dar a los niños oportunidades de jugar libremente  a favor de un mejor desarrollo integral y de sus logros de aprendizaje.